Desde el aula al compromiso transformador: la Fundación SM conecta a la UNESCO y a los colegios marianistas para repensar juntos el futuro de la educación
El Colegio Santa María del Pilar recibió a Esther Kuisch Laroche, directora regional de la UNESCO en Santiago, en un inspirador encuentro sobre educación y cooperación internacional
El 17 de junio el Colegio Santa María del Pilar acogió un encuentro con Esther Kuisch Laroche, directora de la Oficina Regional de la UNESCO en Santiago y de Coordinación con las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe. La jornada fue promovida por la Fundación SM en el marco colaborativo de la publicación y difusión de los informes de la UNESCO Reimaginar juntos e Informe Mundial del profesorado, iniciativas que reflexionan sobre la situación global de los docentes y el papel de la educación como motor de transformación social.
Además de José Manuel Cidad, presidente de la Fundación SM, el encuentro contó con la participación de Lander Gaztelumendi, vicepresidente de la Fundación SM, Mayte Ortiz, Directora de la Fundación SM, Belén Blanco, responsable pedagógica de la red de colegios marianistas, y Leoncio Fernández, director del colegio anfitrión.
La jornada, impulsada por la Fundación SM, se enmarcó en la difusión de los informes UNESCO Reimaginar juntos e Informe Mundial del profesorado, que destacan el papel clave de la educación y los docentes en la transformación social.
Este espacio de diálogo permitió abordar algunos de los grandes retos que afronta hoy la educación, como la implantación de la LOMLOE, el papel de la tecnología en los procesos de enseñanza-aprendizaje, y la motivación del profesorado en un contexto cambiante.
Durante la sesión se reflexionó sobre el impacto de las nuevas tecnologías en el aprendizaje del alumnado y la necesidad de un uso pedagógico definido, no intensivo, al servicio de una educación más humana. Se destacó la importancia de acompañar a los equipos docentes desde la dirección y las figuras intermedias, con estrategias de mentorización, contraste y mejora continua. Un clima relacional positivo y estructuras de participación son clave para una comunidad educativa viva y comprometida.
La sesión abordó la situación del profesorado, el impacto de las nuevas tecnologías en el aprendizaje, y la importancia de un uso pedagógico consciente, orientado a una educación más humana y personalizada.
La conversación giró también en torno a los desafíos institucionales que afrontan las redes educativas, así como la necesidad de reubicar algunas prácticas pedagógicas a la luz de las nuevas realidades sociales y tecnológicas. Se subrayó la importancia de evaluar los aprendizajes y de contar con mecanismos de apoyo efectivos, especialmente en etapas como Secundaria.
El Presidente de la Fundación SM explicó el modelo organizativo de los colegios marianistas, donde el director combina la gestión institucional con la labor docente. Una estructura que fortalece el vínculo con el alumnado y realza el papel del educador como referente social.
José Manuel Cidad compartió la singularidad del modelo organizativo de los colegios marianistas, donde la figura del director mantiene una doble función: liderazgo institucional y presencia activa en el aula. “En nuestros centros, no existe un cuerpo de directores al uso: todos somos docentes, y cuando uno deja de ser director, vuelve a su función en el aula”, señaló. Esta estructura refuerza el vínculo con el alumnado y con la realidad educativa cotidiana, y refuerza el prestigio del educador como referente social y voz autorizada en el debate educativo.
La red de colegios marianistas, presente en 97 centros en todo el mundo —19 de ellos en España bajo la Fundación Educación Marianista Domingo Lázaro (FEMDL)— ofrece formación a cerca de 24.000 alumnos y cuenta con más de 2.400 educadores en España. Desde esta misión compartida, se impulsa una pedagogía con rasgos comunes basada en la formación integral, el acompañamiento cercano y el compromiso con el mundo. El Colegio Santa María del Pilar, con más de 2.000 alumnos desde los 2 años hasta Bachillerato, fue el marco ideal para este encuentro inspirador, que refuerza el compromiso de seguir construyendo una educación transformadora, vocacional y con mirada de futuro.